La pandemia del covid-19 ha impuesto a todas las empresas, empleados y ciudadanos ante un reto: adaptarse a la digitalización
¿Te suenan los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki? De seguro sí, ya que han sido los únicos momentos en el cual se han utilizado armas nucleares en un momento bélico y cobraron la vida de 250.000 personas. ¿Recuerdas la caída del Muro de Berlín?, la famosa frase del expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan: “¡Derribe este muro!”, que todavía recibe visitas de vez en cuando en YouTube. Los atentados del 11 de septiembre en el cual fallecieron más de 3.000 personas y dieron paso a una nueva forma de viajar. A pesar de que estos eventos surgieron a causa de una guerra, hay otros que no como lo fue la llegada del primer hombre a la luna en el 1969. La televisión demostró su esplendor al alcanzar entre 600 y 650 millones de espectadores que provenían de varios países, por ende, sigue siendo una de las transmisiones más vistas en el mundo audiovisual. Estos acontecimientos que, todavía dan escalofríos revivir han cambiado el curso de nuestra historia. Y, sin lugar a duda, este 2020 se agrega otro a esta lista: la pandemia del COVID-19.
El inicio de la pandemia
Si te hubieran dicho que ibas a tener que durar entre tres o cuatro meses sin salir de casa seguro hubieras pensado que era un chiste o que era imposible, ya que había que ir a trabajar, los hijos tenían que ir al colegio o simplemente había que mantener la economía en movimiento. Sin embargo, no fue un chiste ni imposible: el once de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró la enfermedad del coronavirus como pandemia. Tres días después, España fue impuesta a uno de los confinamientos más estrictos que acabó el 21 de junio con el final de la última prórroga del estado de alarma. Durante la cuarentena, la tecnología demostró, otra vez, que es más poderosa de lo que se cree. El trabajador común fue de un horario laboral estricto a reuniones por videollamadas que a veces duraban menos de lo esperado. El consumidor fue de comprar dos o tres veces al mes a utilizar las mismas prendas de ropa por varias semanas. La comunicación, por primera vez, fue cien por cien digital. Tenías que hablar con tus familiares por una pantalla y la única manera que tenían las marcas de comunicarse con su audiencia era mediante las redes sociales.
La nueva realidad: comunicación digital
Las publicidades cambiaron las promociones de productos nuevos u ofertas por tutoriales de cómo colocarse una mascarilla o lavarse las manos. Grupos empresariales que son considerados competencias del uno al otro se unieron para contrarrestar la desinformación que solo alimentaba el pánico entre los ciudadanos con respecto al virus. Así lo hizo la BBC cuando unió fuerzas con CNN para promocionar mensajes veraces sobre la enfermedad durante su momento de publicidad. La mayoría de las informaciones y actualizaciones que recibieron (y siguen recibiendo) los ciudadanos fueron digital. También los que no eran fanáticos de los periódicos digitales empezaron a recibir notificaciones en su teléfono inteligente en tiempo real sobre nuevos contagios o fallecidos. De igual manera, miles de usuarios han sido parte de conciertos en vivos transmitidos por YouTube. Por ejemplo, Andrea Bocelli compartió un concierto que tomó lugar en el centro de la famosa catedral de Milán. Un centro acostumbrado a recibir miles de turistas cada año y en ese instante solo contaba con la presencia del cantante italiano y el camarógrafo. Tampoco se puede olvidar el auge de los en vivos de Instagram que formaron parte de la rutina de cuarentena y ahora son una herramienta importante de la digitalización. Por otro lado, compañías tecnológicas como Zoom y Amazon se hacían más ricas al segundo mientras otros eran suspendidos en sus trabajos.
Aunque todas estas novedades pueden sonar como algo del pasado, la realidad es que están para quedarse…Google anunció que mantendrá el teletrabajo hasta el 2021 para reducir el número de contagios y utilizar sus herramientas de comunicación digital para sustituir las reuniones personales. En cambio, las tiendas de moda han cerrado algunas de sus puertas para enfocarse en el ámbito digital como ocurrió con la empresa estadounidense, Diane von Furstenberg al clausurar su único establecimiento en España.
A pesar de que la mayoría de los países se han acostumbrado a la nueva realidad, denominada covidianidad, no quiere decir que la vida como se conocía antes vuelva completamente. Según un artículo publicado por la agencia de comunicación, LLYC, la globalización digital ha ganado popularidad, sin embargo, va de la mano con otro aspecto: la localidad. La pandemia del covid-19 ha generado preocupación por lo que hay cerca, desde productos hasta las noticias locales. Por ende, la transición hacia la comunicación digital ya no es algo lejano, empieza desde casa y es solo el inicio de lo que está por venir.
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