La comunicación ha cambiado. El anuncio clásico, en el que una persona recibía la información sin inmutarse, sin interactuar, está dejando paso a una interrelación más que intensa. La importancia de los medios de difusión clásicos ha variado hasta un terreno en donde la televisión, la radio, los periódicos, todavía fundamentales, está rolando hacia internet y su centralidad publicitaria está transformando muchos espacios.
La red funciona con otros códigos. Unos códigos en donde la unidireccionalidad no es tan clara como la que presentan los medios de difusión clásicos. Verdad es que el sujeto paciente puede cambiar de canal, no comprar un periódico, etc… pero en la red este mismo sujeto se ha convertido en sujeto opinante, crítico desde un punto de vista positivo o negativo, intermediario porque comparte y difunde. Es parte fundamental del proceso comunicativo y las empresas comienzan a entenderlo. Es transversal.
Las empresas necesitan aprender a funcionar en este nuevo paradigma que la comunicación reclama. Para conseguir una venta, para fidelizar a un cliente ya no vale con mostrarle un atractivo anuncio en televisión o en un periódico. Ahora, el llamado marketing de contenidos pretende convencer y fidelizar a un cliente con lo más importante que tiene una empresa, su producto. Y para ello, la palabra o la imagen es clave.
Además de ello, la interacción con este mismo cliente resultará del todo fundamental para que la fidelización en un producto o servicio sea fundamental. Y, en tercer lugar, el posicionamiento en la red.
Estos tres pilares son base y arte de un marketing de contenidos efectivo para las empresas de comunicación de Navarra: el contenido, hay que presentar y de la manera más atractiva posible el objeto de la venta; la fidelización, las redes sociales son muy importantes en esta tarea. La masa crítica con la que cuenta una empresa es fundamental en la fidelización de esos clientes y, en tercer lugar, un buen posicionamiento de sus productos o servicios en la red, básicamente una buena colocación en los buscadores para que alguien que busque un producto x lo encuentre en los primero lugares de los buscadores.
Ya no es válido tener una web corporativa. No vale. Hay que darla vida, llenarla de contenidos, interactuar con los clientes o posibles compradores, posicionarla como noticia, no como anuncio (en la red se consideran invasivas muchas formas de publicidad clásicas lo que provoca la huida del posible receptor), utilizar videos, imágenes, etc…
El creer que una simple newsletter hacia los subscriptores ya es suficiente es un error que, seguramente, con el paso del tiempo, sea visible ante las nuevas formas que la competencia inventa.
Hay más claves para hacer exitosa una buena política de comunicación de una empresa como el hecho de que el contenido que se crea se difunda masivamente, una de las claves fundamentales y en ello las empresas de comunicación clásicas dependen de los medios de comunicación.
De esta forma, empresas de comunicación de Navarra ya están variando y apostando por este nuevo universo de comunicación que, si no varían las cosas, en unos pocos años se convertirá en la herramienta clave de promoción de empresas y servicios.
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